La vida corre, tic tac, como el reloj. El tiempo pasa, la rutina nos absorbe y nos perdemos en un mar de cosas. Y entonces, cuando estamos sumergidos en esa vorágine, llega un click que nos recuerda quienes somos, por qué estamos acá, cuál es la verdadera esencia de la vida. Porque somos almas con cuerpo, no cuerpos con