.
Otros tiempos, un viejo relato, otros aires. Eso se respira en Salta.
Es como si en vez salir de un aeropuerto hubiera travesado el portal de una máquina del tiempo que me llevara a otro momento histórico, con más serenidad, con más calma, con mas naturaleza que late, vibrante en texturas y colores, en sabores y aromas, viva.